lunes, 1 de julio de 2013

El vampiro y otras visitas, de Triunfo Arciniegas






El vampiro y otras visitas
de Triunfo Arciniegas

Jesús Guerra

Triunfo Arciniegas es un autor colombiano muy reconocido en el ámbito de la literatura infantil y juvenil. Yo, lo confieso, no lo había leído antes, pero luego de leer El vampiro y otras visitas seguiré leyendo todos los libros suyos que encuentre, pueden estar seguros.

El libro está compuesto por ocho cuentos, pero aunque son independientes están relacionados, y así, cada uno además de contarnos la anécdota central, nos va contando, poco a poco, la historia de Toto, de su hermana Clara, y de la mamá de ambos, quienes, al igual que el autor, han vivido en Málaga y luego en Pamplona (Colombia).

Los relatos de este libro pertenecen, sin duda, a un género que yo desconocía: el realismo mágico infantil y juvenil (esto implica algunos elementos latinoamericanos, en este caso colombianos, puesto que en realidad, bien mirada la cuestión, casi toda la literatura infantil y juvenil, por ser fantástica, pertenece de alguna manera a este género tan conocido en Latinoamérica). Y a este autor este género se le da con una naturalidad sorprendente, y su escritura tiene una fluidez envidiable. Y ya ni menciono la imaginación de la que hace gala Triunfo Arciniegas, cuyo nombre parece salido de Macondo. Este pequeño libro es una verdadera delicia, llena de sabores fantásticos. Déjenme decirles más o menos de qué trata cada relato.

«El profe Mambrú» trata de un profesor y sus alumnos, que lo adoran. Mambrú tiene un pájaro viviendo en su cabeza y dice que la felicidad es más importante que la sabiduría. Sus alumnos aprenden con él porque no sólo les enseña las materias sino que los hace soñar y sentir, además de jugar y cantar. Es un cuento poético acerca de la poesía de la enseñanza y del aprendizaje. Es un profesor como el que todos quisiéramos tener.

«La gallina de Emperatriz» es una locura de relato. Comienza así: «Cuando yo tenía seis años una gallina se enamoró de mí». ¿Cómo no va uno a seguir leyendo un relato que empieza así? Y la locura sigue. La abuela del niño que narra la historia (es decir a Toto), se llama Emperatriz, y ya está medio loca, la pobre. Y su gallina preferida está más o menos igual de loca que ella. La gallina enamorada, cuando se cansa del amor no correspondido, le da de picotazos al niño, así que son mejores los días en que está enamorada que los que se siente despechada. Y esto apenas empieza, la locura sigue…

En «Patas de pulga», Toto atrapa a una pulga camino de la escuela, y cuando estaba a punto de matarla, escuchó que la pulga suplicaba por su vida. Toto la dejó vivir y la pulga prometió hacer todo lo Toto quisiera, claro que dentro de las posibilidades de la pulga, lo que quiere decir, más bien, que Toto podía dejarla en libertad para que la pulga picara a quien Toto quisiera. Hasta que la niña que le gusta a Toto, María Alejandra, se enteró de la mascota de Toto…

«El ángel» es un relato extrañamente tierno, triste y divertido a la vez. Un grupo de personas apedrean a un hombre que se hace pasar por ángel porque les intentó robar unas gallinas, hasta que lo salva una de las vecinas del lugar (o sea, la mamá de Toto) y promete hacerse cargo de él. Lo lleva a su casa, le da de comer, y a cambio el ángel les cuenta a ella y a sus hijos cómo ha terminado en ese estado. Todo comenzó cuando recibió un par de alas de ángel por correo, pero éstas llegaron sin instructivo…

En el cuento llamado «La moneda del diablo», un diablito llamado Serafín pierde una moneda que le dieron para comprar unas cosas para su papá… y, por supuesto, Toto la encuentra. Es un relato basado en juegos de palabras, muy divertido e ingenioso.

En «El tío Alejandro Almenábar», el hombre del título es el equivalente en tío de lo que Mambrú era como maestro, es decir es un tipazo, un hombre divertido, contador de historias, viajero, alegre, juguetón, generoso, encantador. Cada año llega a la casa de Toto, su hermana Clara y su mamá, y llega con regalos y con historias de sus viajes. Toto y Clara lo adoran, aunque en realidad Alejandro no sea su tío de verdad…

Triunfo Arciniegas tiene una facilidad asombrosa para establecer, en unas cuantas palabras, lo sobrenatural en lo natural y que todo parezca como de todos los días. Como ejemplo están las primeras líneas del relato «La muerta»: «Tres años después de muerta, la tía Adelaida vino a visitarnos con un vestido prestado y unos zapatos de maestra de escuela». Adelaida era la hermana de la mamá de Toto y Clara. La mujer había estado casada con el coronel Santiago, el cual la dejó por una negra guapísima llamada Evangelista, con la cual se fue a vivir a Venezuela. Al parecer, Adelaida regresó de la muerte para esperar a Santiago. Pero por supuesto, mientras tanto, los chismes corren y la gente se entera del regreso de la muerta…

En «El vampiro y la niebla» es un muchacho, que dice ser vampiro y a quien una bola de niebla, como una nube de algodón, lo sigue como si fuera un perrito faldero, quien visita a Toto y a su hermana. El pobre llega sucio y con un solo zapato. Ni Toto ni Clara están dispuestos a ser mordidos, así que caballerosamente el vampiro se despide, y clara le regala un par de zapatos. Pero unos días después el vampiro vuelve…

¡Qué libro más recomendable! ¡No se lo pierdan por nada! Además, las ilustraciones, de Jotavé, son buenísimas.

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El vampiro y otras visitas. Triunfo Arciniegas. Ilustraciones de Jotavé. Fondo de Cultura Económica. Colección A la Orilla del Viento. Clasificación: Para los que leen bien. 1ª edición: 2000. 6ª reimpresión: 2012. 64 págs.

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El libro se puede conseguir en:




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