miércoles, 18 de enero de 2017

HP Lovecraft




HP Lovecraft

Jesús Guerra

Si les gusta la literatura de terror sobrenatural, la literatura fantástica, la ciencia-ficción, el misterio, o mejor aún, la mezcla de todo lo anterior y no han leído nunca al norteamericano H.P. Lovecraft, tienen que leerlo de inmediato, incluso si después de leerlo concluyen que su obra no les parece maravillosa (aunque lo más probable es que se conviertan en sus fans), porque su influencia en la literatura de terror de nuestro tiempo es tan importante que es un autor básico, como Edgar Allan Poe, o como Bram Stoker, por poner dos ejemplos.

Lovecraft era un hombre extraño, tenía un estilo igualmente extraño, y su obra es bastante rara. Por supuesto, como cualquier autor conocido, tiene sus detractores y sus seguidores, pero es indudable que su obra ha ido gananado lectores a un ritmo vertiginoso con el paso del tiempo, y que su impacto en la literatura de terror posiblemente nadie, en su momento, la pudo haber previsto.

Firmaba como HP Lovecraft, su nombre completo era Howard Phillips Lovecraft. Nació el 20 de agosto de 1890 y murió el 15 de marzo de 1937. Nació y murió en la ciudad de Providence, capital del estado más pequeño de los Estados Unidos: Rhode Island. Nació en una familia que tenía un cierto nivel económico, pero con el tiempo el dinero se fue perdiendo y el estatus de la familia descendió. Fue un niño enfermizo, que por fortuna leía mucho así que ya desde joven era un hombre culto. Estaba interesado en la ciencia, sobre todo en la Astronomía. Su padre murió cuando Howard tenía 8 años, pero había estado encerrado en un hospital psiquiátrico desde que Howard tenía 3 años. Vivía con su madre, dos tías y su abuelo, el cual murió cuando Howard tenía 14 años. Su madre, que al parecer tampoco era mentalmente muy sana, era muy clasista: cuando era pequeño le decía que no debía jugar con niños de clase inferior. Se trataba, en parte, de un clasismo y también de un racismo que era «normal» en esa época, y que influiría mucho en la ideología del futuro autor.

Desde los 17 o 18 años hasta los 23, aproximadamente, se dedicó sobre todo a escribir poesía. Más tarde entró a una asociación de escritores amateurs que lo ayudó a salir de la reclusión en la que vivía. A los 33 años publicó su primer cuento pagado, en la famosa revista Weird Tales. Al poco tiempo de publicar sus primeros cuentos, se comenzó a formar un red de admiradores, escritores también, entre los que se encontraban Robert Bloch, Clark Ashton Smith y Robert E. Howard. Luego se les unirían más. Curiosamente, a la mayoría de ellos nunca los llegó a conocer personalmente, su relación era por correspondencia. Lovecraft está considerado como un prolífico autor del género epistolar, y según su biógrafo, Lovecraft escribió a lo largo de su vida alrededor de 100 mil cartas.

La madre de Lovecraft murió cuando el autor tenía 31 años, y por esas fechas el dinero familiar escaseó más, así que tuvo que comenzar a trabajar como corrector de textos, e incluso como «escritor fantasma» (así se denomina en inglés a los escritores que escriben los libros que aparecen firmados por otras personas). Tres años después se casó con Sonia Greene, una mujer ucraniana de origen judío, siete años mayor que él, con la que se fue a vivir a Nueva York, pero dos años después se separaron y luego de un tiempo Lovecraft regresó a su ciudad natal. Su período más creativo fue de 1927 a 1933. Sus últimos años fueron difíciles, por carencias económicas y por problemas de salud. Tenía una anormal sensibilidad al frío. A fines de febrero de 1937 fue ingresado a un hospital y el 15 de marzo, a los 46 años de edad, murió de un cáncer intestinal. Murió siendo casi un desconocido, y sus obras no le aportaron dinero. El autor murió, pero su fama apenas estaba por comenzar.

Entre los escritores que fueron amigos y colaboradores de HPL, aunque sólo fuera por carta, estaba August Derleth, y él y algunos otros autores formaron lo que se llamó el Círculo de Lovecraft. Algunos de ellos escribieron textos muy cercanos al universo lovecraftiano, y utilizaron los nombres de supuestos libros antiguos, inventados por Lovecraft para sus cuentos, e incluso inventaron otros. Lovecraft alentaba eso, le gustaba. Y no sólo crearon los nombres de esos libros, sino también los de algunas de las criaturas monstruosas que habitan ese universo, criaturas enormes y poderosas que son como dioses cósmicos. De hecho, al género en el que se inserta la literatura de Lovecraft se le llama terror cósmico.


August Derleth terminó algunos textos que dejó inconclusos Lovecraft al morir, y creó una editorial, la Arkham House —que lleva el nombre de un pueblo inventado por Lovecraft para algunos de sus relatos—, en donde comenzó a publicar, en formato de libro, los cuentos de Lovecraft disperos en revistas. Publicó también los cuentos de los demás autores del Círculo Lovecraft, sobre todo los cuentos que forman parte del mismo universo narrativo, al que en general se le denomina Los mitos de Cthulhu (Cthulhu: su pronunciación queda abierta a discusión, sobre todo en inglés).

Stephen King cataloga a Lovecraft como «el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo XX». Y la importantísima escritora norteamericana Joyce Carol Oates, aunque quizá no guste demasiado de la obra de Lovecraft, reconoce que ha ejercido «una influencia incalculable sobre sucesivas generaciones de escritores de ficción terrorífica». Por su parte, el novelista francés Michel Houellebecq (que ha escrito sobre la vida y la obra de este autor) declaró: «Yo descubrí a H.P.Lovecraft a los dieciséis años gracias a un amigo. Como impacto, fue de los fuertes. No sabía que la literatura podía hacer eso».

Si bien el racismo de Lovecraft —algunos comentarios malintencionados aparecen incluso en sus relatos— es detestable y ridículo, no hay duda de que sus narraciones, por lo menos algunas de ellas, son interesantísimas y fascinantes. Así que la obra de Lovecraft merece ser explorada, leída, disfrutada, y obviamente también analizada.


Hay que señalar que los relatos de Lovecraft no fueron escritos específicamente para jóvenes, pero los jóvenes son quizá los mayores consumidores de literatura de terror, además, con el paso de los años (en 2017 se conmemora el aniversario número ochenta de la muerte de Lovecraft) su obra permeó la cultura popular, sobre todo en los países de habla inglesa. Ahora hay incluso libros para niños con cuentos de Lovecraft, y en los Estados Unidos, por increíbel que parezca, hay un libro para que los niños pequeños aprendan sus primeras letras con los elementos y los personajes de los Mitos de Cthulhu, llamado Baby's First Mythos. Sus creadores son CJ y Erica Henderson. Erica Henserson dice (en una entrevista aparecida en el diario The Guardian) que la primera edición la hicieron más como una novedad para adultos, pero que luego se enteraron de que en efecto había padres que lo estaban utilizando para enseñar el ABC y los primeros números a sus bebés. Y dice: «Creo que a la gente le gusta cuando el terror es subvertido».



Hay mucho que comentar de Lovecraft y bastantes libros que recomendarles, y lo haremos en próximas entradas, por lo pronto mi recomendación es que consigan lo que puedan de este autor y lo lean. De preferencia de día... si pretenden conciliar el sueño en la noche.





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